
El departamento de salud reconoce, después de un informe del consejo asesor, que la demora significó «la pérdida de oportunidad para una mejor evolución» del hombre.
El departamento de salud debe compensar con 25,000 euros a la hija y viuda de un paciente del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, quien en 2020 tardó ocho meses en ser informado de que tenía un tumor en un riñón. El hombre falleció en abril de 2022 a los 64 años.
En una resolución, la administración reconoce parcialmente la solicitud de la familia asistida por la abogada de Vigo, Miriam Barral, y admite que la demora fue una «pérdida de la oportunidad de una mejor evolución» de la enfermedad.
Todo comenzó el 25 de marzo de 2020, unos días después del comienzo del confinamiento por Covid-19, cuando el hombre acudió al Centro de Salud con sangre en la orina, siendo derivado rápidamente al Servicio de Urología. En abril le realizaron varias pruebas, incluido un «UROTAC». Sin embargo, nadie lo contactó para darle los resultados.
Casi ocho meses después, el 4 de diciembre de 2020, regresó al Centro de Salud por un dolor lumbar que había estado sufriendo durante un mes. En esta consulta, el médico revisó el historial médico y vio que se había realizado un «Urootac» en abril.
Cuando el paciente preguntó si el urólogo lo había visto, le respondieron que «nadie lo había llamado» y, por lo tanto, «asumió que todo estaba bien». Luego fue remitido a Urología y el 14 de diciembre le informaron sobre el tumor, que ya medía cinco centímetros y afectaba la pelvis renal.
Durante el proceso, los informes emitidos por el Servicio de Urología y la admisión del complejo hospitalario de Vigo afirmaron «ignorar la causa» por la cual el «Urootac» del paciente solo fue examinado ocho meses después.
PROCESO
El propio paciente inició el proceso de reclamación ante la administración en noviembre de 2021, pero falleció el 17 de abril de 2022. Por lo tanto, su hija presentó una carta en noviembre de 2022 informando sobre el fallecimiento de su padre e indicando que ella continuaría con el proceso.
La familia reclamó 21,940.21 euros para la hija y 98,730.92 euros para la esposa del fallecido. Inicialmente, el departamento de salud negó la compensación, pero la última opinión del consejo asesor, el 31 de julio de 2024, estableció que se reconocía una compensación de 25,000 euros.
Aunque podrían apelar ante la justicia para intentar aumentar la cantidad, su abogado explica que la voluntad de la familia era que la administración reconociera el «error» cometido, independientemente de la cantidad.