
Los profesionales de la salud en el área de VIGO han vuelto a enfocarse en este jueves para solicitar una «tolerancia cero» que en las últimas semanas ha sufrido diferentes empleados, solicitando más seguridad en trabajos y, en particular, en el punto de atención continua (PAC) de Pizarro Street, siendo un «punto negro».
Con gritos de «contra la agresión, más prevención»; «Más participación de la administración»; «No, no, no por agresión» o «más seguridad en los trabajos», unos cincuenta baños han protestado en PAC Doors después de un nuevo ataque (y tres ya están en un mes) para los trabajadores.
En este caso, fue solo en el límite (los dos anteriores en el Hospital Álvaro Cunqueiro). Allí, un compañero paciente agredió a tres trabajadores (dos administradores y un conductor) que intentaron evitar el centro con un scooter eléctrico, porque las regulaciones lo prohibieron.
«La peor parte fue hecha por una administrativa, con rasguños y contusiones, especialmente en armas», dijo el presidente del Consejo de Personas Vigo.
Se lamentó de que PAC es un «punto negro» de agresiones, alegando que la seguridad privada para evitar estas situaciones y recordando que en el pasado ya tenía este servicio.
Además, explicó que está «acostumbrado» no solo a la agresión, sino también el deterioro de los muebles o incluso los robos de medicamentos. En estos casos, en la actualidad, la única forma de detenerlos es llamar a la policía, pero mientras los agentes no lleguen, los trabajadores son atacados, como han condenado.
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