
El verano pasado, mi familia y yo fuimos de vacaciones a la playa. Pasamos una semana en un hermoso resort frente al mar. Disfrutamos de la arena blanca, el agua cristalina y el sol brillante. Fue una experiencia maravillosa que siempre recordaré con cariño.
Durante nuestras vacaciones, hicimos muchas actividades divertidas. Fuimos a bucear y vimos peces de colores en el arrecife de coral. También montamos en jet ski y nos divertimos mucho en las olas. Por las noches, cenábamos en restaurantes locales y probábamos deliciosos platos de mariscos.
Uno de los momentos más especiales de nuestras vacaciones fue cuando fuimos a ver la puesta de sol en la playa. El cielo se tiñó de tonos rosados y naranjas, creando un espectáculo impresionante. Nos sentamos en la arena y disfrutamos del momento en silencio, solo escuchando el sonido de las olas rompiendo en la costa.
Al final de la semana, nos despedimos de la playa con el corazón lleno de recuerdos felices. Prometimos volver el próximo verano para disfrutar de la belleza y la tranquilidad del mar una vez más. Estoy agradecido por haber tenido la oportunidad de vivir esta increíble experiencia con mi familia.
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