
Un equipo de la Universidad de Vigo y la compañía Copasa están trabajando en el desarrollo del Proyecto Estatal de Airis, que se centra en la digitalización y automatización de la inspección ferroviaria a altas velocidades para mejorar su rentabilidad y seguridad.
La iniciativa está siendo financiada con casi 570,000 euros a través de la colaboración público-privada de la Agencia Estatal de Investigación, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y Fondos.
En este sentido, el Grupo de Sistemas Aeroespaciales y Sistemas de Transporte de la Uvigo participa en el proyecto, que está siendo coordinado por el maestro e investigador Higinio González. Por otro lado, Copasa es una empresa de construcción multinacional de origen ourensano.
Los socios del proyecto han destacado que uno de los desafíos del sector ferroviario es mejorar la rentabilidad de los ferrocarriles, ya que sus modalidades tienen requisitos técnicos más altos que los convencionales, lo que aumenta los costos de construcción, inspección y mantenimiento.
El proyecto Airis busca encontrar nuevas soluciones para reducir estos costos, utilizando tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la digitalización y técnicas de mantenimiento predictivo.
Por lo tanto, el equipo tiene como objetivo desarrollar un sistema de inspección centralizado para el año 2026 que recibirá información a través de una red inalámbrica 5G de los sistemas ópticos instalados en los vehículos de tren de los ferrocarriles.
«Esta herramienta permitirá detectar diferentes deficiencias de mantenimiento, como grietas en diferentes tipos de traviesas, la ausencia de tornillos o sujetadores, cambios no deseados en la geometría del lastre o la presencia de elementos como la arena en la placa de la vía», explicaron.
Se prevé realizar inspecciones a bordo a velocidades de hasta 75 kilómetros por hora y comunicarse con la estación central en caso de deficiencias de mantenimiento.
Esta iniciativa continúa otro proyecto anterior desarrollado por el mismo equipo de la Uvigo y Copasa desde finales de 2021 hasta finales de 2024, llamado «Modelo de Inspección e Información Ferroviaria» (RIIM), también financiado por el Ministerio y la UE.
En este caso, se desarrolló un prototipo del sistema de inspección para mejorar el mantenimiento predictivo de un ferrocarril, centrándose en la detección de grietas en el estado de sujeción de la vía y el lastre.