La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha decidido llevar a cabo a puerta cerrada el juicio contra un hombre acusado de violar y robar a una mujer en Vigo en 2013. Esto se debe a la actitud violenta y agresiva del acusado, quien desde el inicio del juicio comenzó a gritar e insultar, exigiendo la ausencia de medios de comunicación en la sala.
Los problemas surgieron cuando los representantes de los medios de comunicación entraron en la sala durante el inicio del juicio. A pesar de que se les indicó tomar imágenes desde el fondo, a espaldas del acusado, este reaccionó con improperios. Incluso, ante la pregunta de la presidenta sobre algún problema, el procesado respondió a gritos que no quería fotos ni presencia de medios.
La situación escaló cuando el acusado golpeó violentamente un asiento y amenazó a los reporteros gráficos. Los agentes policiales tuvieron que intervenir para contenerlo, y la jueza decidió suspender temporalmente el juicio, que luego se reanudó a puerta cerrada por razones de orden público.
Los hechos por los que se juzga al hombre ocurrieron en 2013, cuando abordó a la víctima, una trabajadora de la limpieza, en un descampado y la amenazó con un objeto punzante, robándole dinero y agrediéndola sexualmente. Como consecuencia, la mujer sufrió secuelas psíquicas graves, incluido un trastorno de estrés postraumático y deterioro cognitivo.
Además de las penas de prisión solicitadas, la Fiscalía pide una compensación económica para la víctima. La acusación particular y la defensa tienen posturas divergentes, con la primera pidiendo penas de cárcel y la segunda la absolución del acusado.
La detención del acusado se produjo años después de los hechos, gracias a la coincidencia de su ADN en el escenario de un robo. Este caso destaca por la gravedad de los delitos y las consecuencias devastadoras para la víctima, que ahora reside en una institución debido a su estado de salud.
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